Tal vez de todas las disciplinas espirituales que buscamos inculcarles a los discípulos que Jesús a puesto a nuestro cargo la oración sea la más importante. A través de la oración es que tenemos acceso al poder de la Trinidad en nuestras vidas y las vidas de aquellos que queremos alcanzar con el Evangelio.
Pero, no podemos asumir que nuestros jóvenes y adolescentes saben cómo deben orar. ¡Incluso los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñara a orar! Gustavo González presenta un simple acróstico, inspirado en el Padre Nuestro, que les ayudará a tus jóvenes a darle forma a sus oraciones:
hONRAR
ROGAR
ADMITIR
RENDIR