No hay duda de que eres un líder.
Pero ser un líder que avanza el Evangelio… bueno, esa es otra historia, una que es increíblemente simple e increíblemente desafiante.
Esta es la parte simple: Ser un líder que avanza en el Evangelio sólo significa que compartes las Buenas Nuevas con los que te rodean – tanto en tu vida personal como en tu grupo de jóvenes – y los capacitas para que también compartan el Evangelio.
¿La parte difícil? Cumplir con el compromiso de hacerlo. (¿Has decidido alguna vez empezar una nueva rutina en el gimnasio? Entonces ya sabes de qué estamos hablando).
Pero una vez que te has comprometido a ser un líder que Avanza el Evangelio, el primer paso es menos desalentador de lo que podrías pensar. En realidad, no es un paso, es el acto de ponerse de rodillas.
Los líderes que avanzan el Evangelio comienzan con la oración. Saben que la oración es el combustible de su ministerio, y que sin ella, sus esfuerzos son como un café descafeinado… ¡completamente inútil! Ellos oran frecuente y fervientemente por los estudiantes en su grupo y por los jóvenes no creyentes en su comunidad. Es por eso que el Valor #1 de un ministerio que Avanza el Evangelio es: «La oración de intercesión lo alimenta».
En Juan 14:14, Jesús promete a cualquiera que cree en Él «Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré.». Empieza a pedir hoy que el Señor haga avanzar el Evangelio a través de ti – y de tus jóvenes-.
Comienza descargando estas guías de oración gratuitas basadas en las Escrituras: una para ti y otra para tus jóvenes.
Confía en nosotros: no te arrepentirás de haber cambiado tu vieja historia ministerial por una que Avanza el Evangelio.
