¿Qué tan cómodo y confiado te sientes al compartir el mensaje del Evangelio personalmente? ¿Qué tal tus líderes adultos y jóvenes, se sienten confiados a hacerlo?
El valor que Avanza el Evangelio de esta semana – el evangelismo relacional – es una parte vital de un ministerio que Avanza el Evangelio, pero puede crear cierta ansiedad e incomodidad semejante al almorzar solos el primer día de clases.
Sin duda, nadie quiere revivir la angustia de esos momentos incómodos en la escuela. Pero en Dare 2 Share, uno de nuestros refranes favoritos es: ¡Lo incomodo es increíble! Eso es porque Dios trabaja en esos momentos incómodos iniciales de una conversación sobre el Evangelio.
Para que sea un momento menos incómodo, asegúrate de que tu grupo adquiera confianza en cómo compartir el mensaje del Evangelio de una manera clara y sencilla en una conversación (no una presentación) conociendo estos componentes:
EL MÉTODO AAA
- Averigua haciendo buenas preguntas.
- Admira lo que puedas sobre lo que creen.
- Admite que tú también necesitas a Jesús.
EL ACRÓSTICO C.R.I.S.T.O
Fuimos Creados para tener una relación con Dios.
Rompimos esa relación al pecar.
Es Imposible quitar nuestros pecados haciendo buenas obras.
Solamente la muerte y resurrección de Jesús pueden pagar el precio del pecado.
Todo el que pone su fe solo en Jesús tiene vida eterna.
El Obsequio de Dios es vida eterna que comienza hoy y dura para siempre.
PREGUNTAS FINALES
- ¿Te hace sentido?
- ¿Hay algo que te impida confiar en Jesús en este momento?
A continuación, mira este video para ayudarte a aplicarlo.
¡NO TE OLVIDES DE CELEBRAR!
Además, asegúrate de celebrar las conversaciones sobre el Evangelio que tengan los miembros de tu grupo. Aquí hay tres maneras de hacerlo:
- Dedica 5 minutos cada semana para motivar a los jóvenes a compartir si han tenido una conversación sobre el Evangelio y cómo les fue.
- Utiliza la aplicación Life in 6 Words para crear un grupo, e invita a tu grupo a documentar ahí sí tuvieron momentos de oración, de cuidar a otros y de compartir.
- Haz una fiesta cuando los jóvenes alcancen un determinado número de conversaciones sobre el Evangelio colectivamente (incluye mucho confeti y suelta algunos globos para ganar puntos con el conserje de la iglesia).
